martes, 31 de mayo de 2011

BIOGRAFIA ANDRES PÉREZ

Nació en Punta Arenas el año 1952. Estudió interpretación teatral en la Escuela de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en 1982 se integró a la famosa compañía 'Théatre du Soleil' en Francia. Pérez renovó la tradición del teatro chileno, en cuanto lo liberó de los academicismos e introdujo en él conceptos de creación contemporáneos. Murió en Santiago de Chile el 3 de enero del 2002.


La idea de formar un teatro no elitista se encuentra en los orígenes de Andrés Pérez como actor y director. Sus primeros montajes corresponden al denominado 'teatro callejero', es decir, producciones realizadas con escasos recursos y mucha creatividad para suplantar esa condición, que en este caso se presentaban en puntos neurálgicos de la capital chilena, como el Paseo Ahumada o el frontis de la Catedral, así como en diversas poblaciones marginales y pueblos. De este modo la obra de teatro salía del ámbito cerrado y exclusivo de las salas de teatro, para adquirir un carácter popular y democrático; pero cumplir este propósito en el contexto de plena Dictadura Militar le significó a la compañía teuco(Teatro Urbano Contemporáneo, integrada por Andrés Pérez y muchos otros actores hoy muy conocidos), bastantes problemas con la policía y el orden público, pues cada acción era parte de un sueño colectivo por subvertir la calle, anhelo que era fuertemente reprimido. A esta época pertenecen obras como 'Acto sin Palabras' y 'Bienaventuranzas', que se caracterizan por la ocupación de espacios públicos a modo de escenarios, el uso de materiales de desecho para la confección de los trajes (una caja de cartón es una máscara, por ejemplo) y el tratamiento subterráneo de tópicos prohibidos como Libertad o Democracia.


Los preceptos teatrales que manejaba Pérez en sus inicios en Chile, adquirieron madurez gracias a su estadía en Europa, cuando en 1982 el actor pasó a engrosar las filas del Théatre du Soleil. Este conglomerado francés, creado y dirigido por Ariane Mnouchkine, es conocido por realizar un teatro popular que se opone a las reglas formales que imponen los academicismos. Es muy difícil ingresar a esta compañía, que tiene un elenco compuesto por personas de las más diversas nacionalidades, pero Andrés Pérez fue aceptado y permaneció en ella durante seis años. Allí, entonces, Pérez conoció el funcionamiento democrático de una compañía donde todos cumplen todo tipo de funciones en favor del conjunto, ya sea sobre el escenario o bajo él. Y pudo también aprender la tradición del teatro urbano, el uso más creativo de los espacios públicos, el original trabajo de maquillaje, máscaras y vestuario, así como la inclusión de técnicas circenses para la expresión corporal.

A su retorno a Chile en 1988, Pérez funda la compañía Gran Circo Teatro, con la cual estrena 'La Negra Ester', famosa obra que significará toda una revolución en los modos de hacer teatro en Chile, así como en los conceptos de identidad nacional ligados a la expresión estética, convirtiéndose de paso en la obra más vista en la historia del teatro chileno. Gracias a obras como ésta, es que el mundo popular se integra de forma contemporánea al espacio de las artes escénicas, no como un souvenir u objeto folklórico que satisface sólo superficialmente la necesidad de identidad, sino como un núcleo válido para alimentar estética y temáticamente para los actores, llamativos colores para rostros y vestuario, un cierto toque kitsch para la ambientación del escenario, originales músicas compuestas para cada pieza y la recuperación de lo marginal (ya sea por el ambiente en que se desenvuelve la narración, como por los temas tratados) se convierten en elementos claves de un nuevo teatro, que desde entonces se vuelve más próximo al público, no sólo porque a éste se le han entregado claves de su identidad, sino porque el humor y la apertura convierten cada presentación en una fiesta.

Andrés Pérez no recibió premios oficiales, ni siquiera el FONDART pero como director del Gran Circo Teatro y profesor de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, formó a muchas generaciones de realizadores. de teatro que continúan la herencia de renovación del teatro como medio de expresión

lunes, 30 de mayo de 2011

LA DANZA APAGON CULTURAL...


(...) Previo a este perido nuevas agrupaciones de danza se habían creado, como
el Ballet de Cámara de la Universidad de Chile, el Ballet del Ministerio de
Educación, el Teatro Contemporáneo de Danza, el Ballet Popular y el Programa
de Escuelas Satélites, que difundía la danza en los sectores populares. En tres
decenios propicios al desarrollo cultural, la danza había ganado un amplio espacio y el favor
del público.


Los esfuerzos de muchos profesionales de la danza trataban de rescatar los
proyectos que habían quedado interrumpidos o de iniciar nuevos pero, por lo
general, la falta de apoyo y las condicionantes del mercado eran un obstáculo
para su permanencia.



El Ballet Nacional Chileno continuó su labor, aunque su desarrollo se vio
frenado por la merma de recursos, mientras que la vinculación con la ópera permitió un poco de mejor suerte al Ballet de Santiago.



Quizá el fenómeno más interesante de ese período sea la danza independiente,
desarrollada en condiciones de marginalidad y falta de recursos, pero
exponente del deseo de bailar y de crear de sus integrantes. Numerosas agrupaciones independientes nacieron en la década del 80.



INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE DE CUBA
FACULTAD DE ARTES ESCÉNICAS
DEPARTAMENTO DE BALLET

MARÍA ELENA PÉREZ ÁLVAREZ




jueves, 26 de mayo de 2011

LA DANZA EN EL APAGON CULTURAL DE CHILE






 “El vaciamiento del espacio público que literalmente arrasó las calles […] después del ’73, implicó una fractura cuyos síntomas se describen, en forma recurrente, como silencio, como parálisis, y como la más absoluta imposibilidad” (Richard y Moreiras, 2001: 265)

Se tiene poca información de lo que ocurrió en la danza en los primeros años de la dictadura, la prensa deja un disminuido espacio para la cultura, decae la producción nacional a comparación a la década anterior y aumentan las compañías de danza invitadas del extranjero. El arte fue afectado por la censura propia del autoritarismo, principalmente por la postura negativa que tomaron los militares frente a este en general, ya que la  imagen del artista  fue vinculada a las ideas políticas del gobierno anterior.
La danza a simple vista apagada por este periodo de interrupción dentro de la creación cultural chilena, no fue agotada si no que tomo nuevos bríos en contra del autoritarismo, generando un movimiento cultural y político, al principio silencioso para luego en los 80" mostrarse en su totalidad.
En la vigencia de la danza quedaron en pie los cuerpos estables originarios como, el Ballet Nacional y el Teatro Municipal, este último abrió sus puertas a muchas compañías extranjeras al no tener creaciones nacionales, estas visitas dejan nuevas formas de entender la danza. (…)

Bibliografía:  "Historia social de la danza en Chile" (MARIA JOSE CIFUENTES)


martes, 24 de mayo de 2011

LA DURA REALIDAD DELTEATRO EN LOS 70'


Los años setenta cambiarían toda la escena teatral del país, por los eventos que ocurrieron  en septiembre del 73, quebrando todo lo construido en el arte chileno. Los artistas fueron perseguidos por la dictadura, haciendo imposible el funcionamiento del arte.
Respecto al teatro, era muy poco lo que se lograba realizar, ya que se perdió  la esencia del quehacer escénico con su socialismo necesario, porque no hay, ni puede haber teatro sin la interacción comunitaria, sin el contacto personal, históricamente localizado entre actores y publico. Por estos motivos comenzó la persecución de la gente del oficio actoral, y en la más amplia gama, la palabra persecución abarca desde la designación en lista negra, o sea, desde el desaparecimiento profesional y más o menos transitorio.
Se sabe que las listas negras circularon desde temprano, el gobierno mediante las gerencias de radios y televisión, prohibió terminantemente que se le diera trabajo a cualquiera de sus individuos que en sus folios aparecían. Incluso hubo artículos aparecidos en la prensa identificando a personas por sus nombres y apellidos, y pidiendo para ellas “...sanciones y rendicion de cuentas”. Es por esto que cada día que pasaba, el trabajo teatral construido hasta ese momento estaba siendo destruido.
Desde el mismo día del golpe, la actividad teatral fue golpeada, los atentados comenzaron desde el mismo día del bombardeo a la moneda. Ese día, durante este acontecimiento, también fue destruida la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, destruyendo así el icono del trabajo gremial teatral.
Desde ahí en adelante, los ataques al teatro continuaron. En la noche del 11 de enero de 1977, una semana después de debutar “hojas de parra”, una obra muy crítica social y política, se comenzaron a recibir visitas de inspectores municipales y policiales que objetaban el lugar por motivos sanitarios, y extrañamente, el teatro-carpa del grupo La Feria se consumió entre las llamas. Los culpables no aparecieron jamás y tampoco se hizo el esfuerzo de encontrar a los culpables...
Situaciones así sucedieron durante esta época, donde el teatro se volvió cada vez más crítico, tratando de ocultar los verdaderos mensajes que entregaba a la gente tras grotescas funciones, muchos artistas y gente de teatro fue encarcelada durante esta época. Según la revista inglesa Theatre Quarterly, en el año 1975, 35 personas ligadas al teatro estaban o habían sido presos políticos, entre ellos estaban Marcelo Romo, uno  de los brillantes actores de la época; Aquiles Sepúlveda, director del teatro de la Universidad de Chile; Pancho Morales, Ivan San Martín, Coca Rudolphy y Hugo Medina, estos dos últimos fueron expulsados del territorio nacional, formando el teatro popular chileno en Inglaterra. Es por esto que todos los grupos de teatro empezaron a hacer vaudevilles, para así ocultar los mensajes y críticas políticas. El teatro fluyo así durante la dictadura militar, funcionando de manera oculta o haciendo obras de poca monta, y tratando de entregar información y critica de manera críptica, ocultada por la simplicidad del mensaje de comedias y obras que eran permitidas por el gobierno militar.